Si los fumadores todavía no han encontrado las razones suficientemente fuertes como para dejar este mal hábito ahí va otra más. ¿Sabías que la gran mayoría de los incendios forestales los provocamos nosotros mismos? El caso más frecuente es el de la colilla mal apagada que dejamos en cualquier lado sin pensar en las consecuencias.
Pero este no es el único descuido que puede derivar en un incendio.
En estas fechas cientos de hectáreas de bosques arden en grandes incedios que se podrían evitar. Debemos tener un poco de consideración con nuestra madre tierra y procurar dejarlo todo bien recogido antes de marcharnos de un viaje a la montaña.
En este sentido, se han inciciado nuevas camapañas de sensibilización para intentar evitar que estas catástrofes se produzcan.
Como siempre defiendo, todo empiza en nosotros mismos. A pesar de que muchos de los incendios se producen por causas naturales, muchos otros no. Es aquí donde nuestro correcto comportamiento facilitará el camino para que al menos no seamos nosotros los artífices de estos desastres contra la naturaleza.
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